Constatan el fracaso de plan “Costa Rica segura plus”

  • Costa Rica ha dejado de ser una nación que se presentaba como referente de paz en Latinoamérica, por lo contrario, el “pura vida”, se está convirtiendo solo en el referente de lo que fue esa sociedad

La “linda Costa Rica” de paz y tranquilidad, se ha convertido solo en un referente desde que se inició a vender como la “Suiza centroamericana”. Ahora la situación de violencia en todo el país, refleja la inseguridad que camina y pasea hasta por la Avenida Central en la capital San José.

El viernes 22 de septiembre se marcó como uno de los días históricos que hoy los ticos no quieren recordar.

Una sociedad que por décadas se ha posicionado como un destino ideal para el turismo extranjero, ahora se debate la incapacidad gubernamental de darle seguridad ciudadana a los propios costarricenses.

Y es que el viernes pasado, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), confirmó el asesinato 655 personas, lo que significó que ya se superó los 654 que se presentaron en todo el 2022, convirtiéndose así el 2023 como el año más violento y sangriento de la historia del país y las autoridades esperan que se sumen más homicidios en lo que resta de septiembre y el últimos trimestre del año.

El panorama no es nada alentador a pesar que en mayo pasado el gobierno del presidente Rodrigo Chaves, anunció con un gran despliegue comunicacional, la estrategia “Costa Rica segura plus”, la  que a la fecha no ha logrado detener la ola de violencia en toda la nación.

Por el contrario, los pronósticos de las autoridades del Ministerio de Seguridad Pública (MSP), ratifican la inseguridad ciudadana que se vive a diario y que se proyecta a crecer en el cierre del 2023, donde el sicariato y los ajustes de cuentas, son las principales causas de los asesinatos.

Y no es para menos la crisis que atraviesa el país, debido a que el OIJ proyectaba en agosto que al culminar 2023 se podría cerrar con 800 u 850 homicidios, sin embargo al transcurrir septiembre, ahora prevén que la cifra llegue a 900 o 950 homicidios.

Datos facilitados a los medios de comunicación ticos por el director del OIJ, Randall Zúñiga, indican que, para este 2023, la cifra de homicidios en los que se involucran armas de fuego, aumentó al 82%, lo que refleja un incremento del 2% en relación a años anteriores.

Según las autoridades, la mayoría de esos crímenes están relacionados con el crimen organizado, el narcotráfico y la falta de políticas sociales dirigidas especialmente a los jóvenes que han visto en el menudeo (venta de droga) una forma fácil de salirse de las aulas de clases y resolver sus vidas.

Homicidios podrían llegar a 17 por cada 100 mil

El titular del OIJ, expuso en el 3º Foro Académico: Seguridad y Convivencia Democrática, organizado por la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica, que hay un reporte promedio de 4.2 personas que pierden la vida por día en ataques violentos en el país, cuando hace 24 meses era de 1.4.

Lo que significaría tener la tasa de 16 o 17 asesinatos por cada 100 mil habitantes, muy por encima de los 12.6 que tuvo el país durante el 2022, siendo la más alta de la historia de Costa Rica en este rubro de investigación.

Con las cifras de agosto, se llegó a un promedio de 75 ejecuciones por mes, sin embargo, en los primeros 11 días de septiembre ya se registran 34 atentados con saldo mortal, por lo que si este mes podría romperse otro récord.

El jefe policial agregó que este es un fenómeno que ha ocurrido en los últimos años en varios países de Latinoamérica (aumento de homicidios), uno de estos Uruguay, donde se pasó de una tasa de 7 a una de 12 en el 2023 y todavía más grave, Zúñiga comparó lo que se vive con Costa Rica con la crisis de Ecuador.

“Ecuador era uno de los referentes latinoamericanos.en el manejo de seguridad, era el ejemplo a seguir. Tenía hace 3 años una tasa de 7 homicidios por cada 100 mil habitantes, la pasó a 12 el siguiente año y después a 25, así es de exponencial esto”, resaltó.

Si se compara con los números de otros países del año pasado, Costa Rica superaría a Guyana que cerró 2022 con una tasa de 15, prácticamente alcanzaría a Guatemala que tenía una tasa de 17.3 y estaría de cerca de Brasil, uno de los más violentos de la región, que tuvo una de 18.8.

Por provincia los asesinatos

La provincia de San José, capital de la nación del sur, encabeza la lista de homicidios, contrario a años anteriores que la provincia de Limón se destacaba en esa estadística negativa.

Hasta el 22 de septiembre, San José suma 163 (84 asesinatos más que en 2022) es decir un aumento del 105.1%, le sigue muy de cerca Limón con 159 víctimas mortales (113 en 2022), un 42% superior. La lista la terminan Puntarenas con 106 asesinatos (42%), Guanacaste 67 (53%), Cartago 50 (71%), Heredia pasó de 28 homicidios a 36 y Alajuela es la única provincia que muestra una reducción al pasar de 80 a 74 asesinatos (-9%).

Gerardo Castaing, experto en seguridad, considera que esta cifra demuestra que hay un deterioro social en el país, por el auge que han tenido los grupos del crimen organizado en los últimos años y la falta de acciones concretas de parte del Ejecutivo.

En esa vía, otros expertos ticos atribuyen la creciente criminalidad a las guerras por el control de territorios entre grupos de narcotraficantes que se disputan el abastecimiento de cocaína desde Colombia a Estados Unidos.

“La estimación es que la tasa de homicidios pueda llegar a 16 por cada 100 mil habitantes, esto significa un aumento de entre 35% a un 40% de los homicidios en un periodo de 365 días. Nosotros manejamos una proyección de los homicidios para saber la cantidad de recursos que vamos a disponer en atenderlos”, dijo Randall Zúñiga, director del OIJ.

El pronóstico se mantiene entre 850 y 900 crímenes al cierre del año, pero el propio jerarca no descartó que ese número sea mucho mayor, incluso con la posibilidad de que llegue a los 930 y 950, según el ritmo de casos del último trimestre, históricamente la época en la que se cometen más homicidios.

Período de presidente Chaves el más sangriento

El medio Crhoy.com, describió que la estadística brindada por la policía judicial indicó que el mes más sangriento durante la administración del presidente Rodrigo Chaves fue agosto 2023, cuando se perpetraron 81 asesinatos, una cifra nunca antes alcanzada en un lapso de 30 días.

Desde mayo 2022, que asumió su mandato hasta diciembre de ese mismo año (primeros 8 meses de Chaves), se registraron 465 asesinatos, para un promedio de 57 mensuales, lo que desencadenó en cerrar el año con la mayor cantidad de asesinatos (654) de la historia en un año.

Pero este 2023, lejos de mejorar, la crisis se agravó y ahora la diferencia es abismal, debido a que se contabilizaron 600 casos en los primeros 8 meses, tomando en cuenta lo sucedido del 1º de enero al cierre de agosto, lo que significa un promedio de 75 muertes por ataques sangrientos al mes.

Y lejos de asumir esas cifras negativas, en diciembre pasado, el mandatario Chaves insistió en que a él y su entonces ministro, Jorge Torres, se les podía empezar a medir en ese tema a partir del 1º de enero del 2023, pese a que ya tenía 8 meses en el poder reiterando que estaban elaborando un plan de contingencia.

“Los números suyos (exministro Torres) empiezan a contar el 1º de enero (2023), entonces él sabe que tiene una responsabilidad en ese sentido. No queremos anunciar la política pública todavía porque hay elementos que las mafias no conocen”, dijo en ese momento.

Mientras que el 12 de abril, dijo: No estoy justificando lo que está pasando, pero del 2009 al 2022, pasamos de 11 asesinatos por cada 100 mil personas, a 12.6 homicidios respectivamente. La causa es muy clara, se trata de una guerra entre pandillas y para bajar eso, hay que ponernos de acuerdo entre todos”.

Si no se meten a malos pasos no los matarán

En su más reciente gira por la provincia de Limón, Chaves acotó que supuestamente los limonenses le dijeron que “no me preocupara tanto por los asesinatos, porque mientras uno no se mete en malos pasos no hay por qué preocuparse, eso es entre ellos que se matan y saben qué, sí, es cierto”.

Esto, también es refutado por los números de víctimas inocentes que han sido asesinadas en el año, pues la Policía reveló que este año se contabilizan 40 decesos de víctimas colaterales, cuando en el 2022 sumaron 18.

¿La solución?

La estrategia “Costa Rica segura plus”, fue anunciada en mayo pasado, un día después que asumió la cartera de Seguridad Pública, Mario Zamora, sin embargo ese plan con el cual pretendían ponerle un cese a la violencia, no ha dado los resultados esperados y las cifras de la violencia más bien tomaron un tono alarmante.

De acuerdo a datos del OIJ, desde el desarrollo de este operativo en el país se han suscitado más de 300 homicidios, poniendo en duda la efectividad de la política empleada por el equipo de Seguridad del gobierno.

Para Crhoy.com, a eso hay que sumar el constante cambio de discursos, pues hace un año el Ejecutivo insistía en atacar el narcomenudeo como su estandarte estratégico ante la ola de violencia, pero rápidamente, al ver que los asesinatos se contaban por montones a diario, tuvieron que cambiar el mensaje alegando que los fallecidos en los ataques incesantes eran solo personas involucradas con grupos criminales.

A la falta de una lucha efectiva a la violencia con la “Costa Rica Segura Plus”, más bien el Ejecutivo le ha lanzado las culpas al Poder Judicial y Legislativo para excusarse en ausencia de resultados positivos.

“Aquí hay que ponernos a trabajar el Poder Judicial, el gobierno y la Asamblea Legislativa para cambiar, lo que algunos llaman alcahuetería extrema en materia penal y hacer las cosas un poquito más firmes”, dijo Chaves en meses anteriores.

Incluso el propio Sindicato de la Judicatura en su momento señaló que “Chaves no ha dejado de atacar al Poder Judicial, con la clara intención de debilitar la institucionalidad republicana que juró defender”.

En marzo pasado, el gobierno acudió a la Asamblea Legislativa junto a su comitiva de Seguridad para presentar una serie de proyectos de leyes de los que a la fecha no se tiene ninguna noticia positiva.

Finalmente, hasta inicios de septiembre reconoció que la violencia no tenía freno, haciendo una comparación de la política con los ataques armados del crimen organizado.

“Lo estamos haciendo bien, pero va a haber violencia, necesariamente, porque al igual que en la política, el mundo del crimen organizado internacional no acepta vacíos, ni se ven sillas vacías ahí. Hay una lucha constante por poder y por recursos”, dijo el mandatario hace dos semanas en conferencia de prensa.

Sin recursos frente a fenómeno global

En tanto el ministro de Seguridad Pública, Mario Zamora, en un video publicado por el diario El Observador, insto a incrementar la fuerza policial, porque “tenemos una criminalidad más violenta, más organizada, más transnacionalizada y, sin embargo, la policía lamentablemente sigue siendo la misma y, con incluso, menos recursos de los que había en otras épocas”.

Zamora, advirtió que Costa Rica apenas aumentó el número de agentes de Policía en unos 1.300 en una década, pese a estar en un momento crítico de la criminalidad que requiere acciones inmediatas.

A esa situación se sumó, Randall Zúñiga, director del OIJ, quien reiteró en que ya “no tenemos la capacidad operativa” para controlar el crecimiento de estas bandas, pues se ven limitados en muchas ocasiones a la hora trabajar investigaciones debido a que se enfrentan a grupos muy bien equipados.

“Se van haciendo fuertes porque la acción de la policía no abarca para todos, si no se abordan ahorita van a ir creciendo y surge un nuevo cabecilla y eso es bastante problemático y terrible. Eso es como cuando usted tiene una gotera en la casa y no hace nada, se le puede caer hasta un hueco en el cielorraso, por eso digo que hay que invertir en seguridad”, mencionó.

Para el jefe judicial, uno de los puntos clave es el olvido al que han sido sometidas muchas provincias por los gobiernos de turno, especialmente en las costeras, donde siguen disparados los ajusticiamientos, principalmente impulsados por enfrentamientos narco.

Asimismo, refirió que si en una década aumentar un 30% de homicidios en bastante malo, hacerlo en un año es aún peor.

“Esto se deriva en su mayoría al abandono de las áreas costeras que es donde se ha generado la mayor cantidad de criminalidad, Limón como provincia es bastante extenso, tiene varios centros criminales de importancias: Limón centro, Guápiles, Batán, Bribrí y Siquirres, en todos estos lugares han venido consolidándose grupos criminales”, comentó.

Así que frente a la evidencia y las proyecciones de las propias autoridades de Seguridad del gobierno, Costa Rica ha dejado de ser una nación que se presentaba como referente de paz en Latinoamérica, por lo contrario el “pura vida”, se está convirtiendo solo en el referente de lo que fue una sociedad que enfrenta una seria crisis de seguridad ciudadana, sin que aparezcan acorto plazo, las acciones para resolverlo.

Con información de Crhoy.com, Noticias Monumental, OIJ