La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), estima que 8.500 niños y niñas mueren de hambre en el mundo cada día. Al año la muerte de la niñez por desnutrición ronda los 3 millones de infantes.

En el año 2007, la agencia de la ONU, registró la muerte de 6.3 niños y niñas menores de 15 años por desnutrición “esto supone la muerte de un niño cada 5 segundos”, destacó el organismo en su sitio web.

De acuerdo a la Agencia de las Naciones Unidas para la Infancia, 69 millones de niños y niñas fallecerán en el año 2030, por causas evitables como la guerra y la desnutrición.

“La malnutrición puede ocasionar daños permanentes en el crecimiento, el desarrollo y el bienestar de un niño. El retraso en el crecimiento en los primeros 1.000 días de vida se asocia con un peor rendimiento en la escuela: por una parte, porque la malnutrición afecta al desarrollo cerebral, y por otra, porque los niños malnutridos tienen más probabilidades de enfermar y no ir a la escuela”, declara Unicef.

El hambre oculta puede causar ceguera (falta de vitamina A), dificultar el aprendizaje (falta de yodo) y aumentar el peligro de que una madre muera durante el parto (falta de hierro).