Como uno de los mayores cargamentos de cocaína incautados en los últimos años, se calificó el decomiso que hicieron las autoridades en el puerto de Málaga, España, el cual llegó procedente de Costa Rica e iba oculta en contenedores cargados de cacao.
Según la cadena SER (española), quien confirmó con fuentes de la investigación, los agentes encargados del caso están aún cuantificando la cantidad de droga interceptada aunque ya calculan, por el volumen de material intervenido, que se trata de una gran cantidad.
Este es el segundo caso que se conoce en la semana, pues el pasado lunes, se confirmó que en Países Bajos encontraron 500 kilogramos de cocaína, que llegaron desde Costa Rica en cargamento de piña y salieron desde el puerto de APM Terminals, en Limón.
Esas incautaciones han causado serias dudas y contradicciones ante la opinión pública costarricense, pues desde que en julio se inauguraron los nuevos escáneres en puerto Moín, las autoridades habían negado que “algún grano de droga”, “ni un solo gramo de cocaína ha pasado” (salido del país).
El propio presidente Rodrigo Chaves lo afirmó a finales de septiembre, mientras el Ministro de Seguridad Pública Mario Zamora, lo hizo el 7 de octubre.
Según el medio español (SER), fueron las autoridades de Costa Rica las que alertaron a España de que el buque, proveniente de aquel país, tenía como destino Málaga. A partir de ahí se preparó todo el dispositivo policial a la espera de que el barco llegara a capital malagueña para poder actuar.
El carguero responsable de transportar todo el contenido es natural de Canarias, y un juzgado ya se ha hecho cargo del caso y ha decretado secretas las actuaciones por lo que, de momento, no ha trascendido el número total de detenciones.
En el primer caso, el Ministerio Público de la ciudad Rotterdam en Países Bajos informó: “Durante una inspección periódica del @douane (Dirección General de Aduanas) se encontraron 1.950 paquetes de cocaína. El contenedor procedía de Costa Rica y tenía como destino una empresa de la zona de Rotterdam. Los paquetes estaban escondidos en cajas y pesaban 494 kilos”.
Al respecto el ministro Zamora dijo que el contenedor que transportó la droga sí fue revisada por los escáneres, pero que en ese preciso momento, la unidad que revisó el cargamento “presentaba fallos técnicos”. “La operación empezó el 13 de julio y fue pasado por escáner el día 31 de julio, este es en el escáner número 2 que en el momento de la hora en que estaba pasando este contenedor, presentaba problemas técnicos. Ese fue el mismo escáner que días después indicamos que se le tuvo que retirar el cerebro que está diseñado para durar cinco años y curiosamente en el puerto de Limón solo duró 15 días por los ataques técnicos que estaba sufriendo, fue el escáner que más recibió accidentabilidad”, explicó el jerarca.