El Gobierno de Ecuador declaró este viernes el estado de excepción en todo el territorio nacional por 60 días, a raíz de la crisis energética que atraviesa el país. 

El presidente Daniel Noboa tomó la decisión a través del decreto 229  por «grave conmoción interna y calamidad pública en todo el territorio nacional«, en medio de una serie de cortes de energía eléctrica. 

Militares y policías resguardarán la infraestructura energética para evitar sabotajes, indica el texto firmado por el mandatario.

El artículo 4 del decreto dispone la «movilización e intervención de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas para garantizar la seguridad de las instalaciones críticas para prevenir «sabotajes, ataques terroristas u otras amenazas». 

Asimismo, se establece que el régimen de excepción da paso a una intervención emergente y urgente de las instituciones estatales para precautelar la provisión del servicio eléctrico.

El estado de excepción por un término de dos meses no impone horarios toques de queda para la ciudadanía, sino que fijó con la necesidad de contar con tiempo para «hacer frente al déficit energético y garantizar el suministro del servicio de electricidad en el presente, propendiendo a una estabilización en un futuro inmediato».

La medida del presidente Noboa encomienda al Ministerio de Economía y Finanzas a asignar los recursos necesarios para atender la emergencia, «sin afectar los fondos correspondientes a los sectores de salud y educación».