Dos personas confesaron haber visto al secretario general de la OEA besándose con la citada funcionaria en la piscina de un hotel durante la Asamblea General de la OEA celebrada en Medellín en 2019
Tomado del El Espectador / El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, enfrenta una investigación interna por haber mantenido una relación con una empleada de la organización que pudo haber violado el código de ética, según informó el viernes The Associated Press.
Según detalla AP, el romance entre Almagro y una mujer de origen mexicano, dos décadas menor que él, lleva tiempo siendo un secreto a voces y ha hecho que algunos de los empleados de la organización se sientan incómodos e incluso intimidados. Seis empleados y diplomáticos regionales manifestaron que no sabían cómo interactuar con la funcionaria. Se trataría de la asesora principal del secretario general.
Por lo menos dos personas confesaron haber visto a Almagro besándose en la piscina de un hotel durante la Asamblea General de la OEA celebrada en Medellín en 2019. Otro dijo haberlos visto tomados de la mano durante una reunión en su oficina en 2020. Según la AP, un exfuncionario estadounidense dijo que esta relación clandestina fue la que provocó su segundo divorcio en 2020.
Por esta razón, el Inspector General de la OEA abrió una investigación contra Almagro tras recibir una denuncia anónima. Un informe con fecha del 31 de julio habla sobre una “presunta mala conducta de un alto funcionario de la OEA”.
Todo el asunto se ha manejado a nivel interno, contrario a la investigación contra el recién despedido director del Banco Interamericano de Desarrollo, Mauricio Claver-Carone, acusado de favorecer a una subordinada con quien supuestamente mantenía una relación. El BID contrató una firma externa de abogados para abordar la denuncia.
El código de ética de la OEA dicen que “los miembros del personal no deben tener relaciones íntimas con colegas” de manera que puedan interferir “con el desempeño de sus funciones o que perjudique a otros en el lugar de trabajo”. Si se presenta un caso, un gerente debe retirarse de las funciones de supervisión sobre la persona con la que sostiene la relación.
Gonzalo Espariz, vocero de la OEA negó que Almagro haya sido el supervisor de la mujer. El secretario general declinó responderle a la AP una entrevista sobre la relación.
La AP también intentó contactar a la mujer a través de su perfil de LinkedIn, el cual fue modificado tras las indagaciones para señalar que ya no se desempeñaba como asesora en la organización.
En su biografía “Luis Almagro no pide perdón”, el jefe de la OEA mencionó que “el sexo femenino” fue un “motor muy importante” que alimentó sus ambiciones profesionales a lo largo de los años”. En el mismo libro, el funcionario citó una conexión “profunda e intensa” con una asesora joven, aunque no reveló su nombre.
La polémica llega justo cuando la OEA cierra 52° Asamblea General en Lima, Perú, encuentro en el que Almagro defendió la creación de espacios seguros para mujeres y niñas en las Américas.
