Nuevos hallazgos sobre posibilidades de vida en un exoplaneta desconciertan a los científicos

Un grupo internacional de astrónomos reveló que es posible que aún no se haya encontrado evidencia convincente de vida extraterrestre en el exoplaneta K2-18b, luego de que se demostrara que la presencia de una molécula relacionada con la habitabilidad, que fue reportada en un estudio anterior, era inexistenteinformó la Universidad de California en Riverside (EEUU).

El K2-18b es un planeta ‘subneptuno’ que se encuentra a 120 años luz de distancia de la Tierra, en la constelación de Leo. Recientemente se planteó que podría ser candidato a integrar una nueva clase de exoplanetas aparentemente habitables, denominados ‘Hycean’, que además de poseer una posible superficie oceánica, también tienen una atmósfera abundante en hidrógeno. Esos ‘mundos’ son considerados como objetos cósmicos ideales para albergar vida.

En una investigación anterior se confirmó la presencia de metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera de K2-18b, además de que se corroboró la escasez de amoníaco (NH3) en la capa gaseosa del exoplaneta.

Asimismo, a partir de los datos proporcionados por los instrumentos espectroscópicos NIRISS y NIRSpec del telescopio espacial James Webb, se reportó la posible identificación de sulfuro de dimetilo (DMS), que es una molécula producida por el fitoplancton en entornos marinos. El DMS es considerado como un biomarcador observable en planetas Hycean, por lo que su aparente detección llevó a contemplar una posibilidad de actividad biológica en K2-18b.

¿El exoplaneta podría albergar vida?

No obstante, en un nuevo estudio, publicado en The Astrophysical Journal Letters, se indicó que los datos del James Webb sobre el DMS no mostraron niveles detectables de esa molécula en la atmósfera del exoplaneta. Los científicos llegaron a esta conclusión después de hacer un análisis con modelos informáticos que contemplaron la física y la química del DMS, así como la atmósfera basada en hidrógeno.

El investigador Shang-Min Tsai detalló que la señal del DMS «se superpone fuertemente con el metano» presente en la atmósfera, por lo que consideran que la detección del «DMS en el metano está más allá de la capacidad» de los instrumentos del James Webb. No obstante, existe la posibilidad de que dicho sulfuro se acumule hasta niveles detectables.