Para el 17 de mayo, a las 10:40 de la mañana, quedó fijada la audiencia inicial en contra del sujeto Alejandro César Lacayo Noguera de 44 años, quien tras rociar de alcohol y prenderle fuego a su madre, le provocó quemaduras que la llevaron a la muerte.

De acuerdo al Ministerio Público, la señora Magda de los Ángeles Noguera de 76 años, fue víctima a lo largo de varios años, de una serie de actos de violencia por parte de su hijo.

Durante la audiencia preliminar, el doctor Roger Sánchez Báez del Juzgado Primero de Distrito Penal de Adolescente y Violencia,  dictó prisión preventiva en contra de Lacayo Noguera, quien es acusado por los delitos de parricidio y violencia psicológica.

“El día de ayer (lunes), fue radicada la causa presentada por el Ministerio Público, en donde está descrito el delito de parricidio y agresión múltiples, agresiones psicológicas e inclusive físicas que tuvo la víctima a lo largo de un buen tiempo. El Ministerio Público afirma en su acusación que el acusado a veces bajo la ingesta del alcohol o sustancias alucinógenas, controlaba la vida de sus padres y una vez que queda únicamente la mamá a cargo de él, procedía a generar escándalos, discusiones con la mamá para exigirle dinero, para decirle que la casa era de él”, detalló el juez Sánchez.

Según la acusación, el 18 de abril de este año Lacayo Noguera, inició una discusión con su mamá, en su casa ubicada en Villa Fontana, para exigirle dinero, luego la tiró al piso y le echó alcohol, posteriormente agarró un encendedor y le prendió fuego.

Fue en el hospital que la señora Magda de los Ángeles Noguera, narró el martirio que vivía con su hijo; y el 4 de mayo, debido a la gravedad de las quemaduras, se rindió ante la muerte.

Se conoció que Lacayo Noguera, quien tiene una hermana gemela, desde muy joven pasó por hospitales, centros de rehabilitación, iglesias y hasta la cárcel. Hace cuatro años, ya había agredido a su mamá, quien producto de los golpes, fue a parar a un hospital, pero no quiso acusarlo.

El parricida tiene tres hermanos que viven en el extranjero, quienes en varias ocasiones le pidieron a su mamá que se fuera con ellos, pero nunca lo hizo por estar siempre pendiente de su hijo agresor, quien la terminó matando.