Del silencio al estallido: El asalto a la casa de Chema Castillo

El 27 de diciembre de 1974, hace 47 años, el Comando guerrillero “Juan José Quezada” tomó por asalto la casa de José María “Chema” Castillo, uno de los altos funcionarios de la genocida dictadura somocista.

Por: Cecilia Costa Barrica / Mediante esta operación militar y política, el FSLN rompió el llamado “período de acumulación de fuerzas en silencio”, que se extendía desde el inicio de la década y pasó a la ofensiva política y militar en todo el país, según definiciones del Jefe de la Revolución Popular Sandinista, Comandante Carlos Fonseca Amador.

Cinco años después de la histórica operación, el jueves 27 de diciembre de 1979, Barricada – en su versión impresa – dedicaba un extenso reportaje al asalto de la casa de Chema Castillo:

“Esta es una operación política, ¡Mano a la cabeza y contra la pared! – Somos del Frente Sandinista de Liberación Nacional – ¡Viva Sandino!”.

Con estas palabras un grupo de aguerridos combatientes revolucionarios irrumpieron en la fiesta que el ex ministro José María Castillo Quant, daba en despedida al embajador de los Estados Unidos en Nicaragua, Turner B. Shelton, amigo y socio de Somoza, la noche del 27 de diciembre de 1974, en una exclusiva zona residencial de Managua, protagonizando una de las páginas más gloriosas de la historia nicaragüense.

Esta heroica acción vendría a marcar una nueva fase de lucha popular contra la dictadura somocista, que se había empecinado en seguir usurpando el poder contra la voluntad del pueblo nicaragüense. El operativo llevó el nombre de Juan José Quezada, en homenaje al heroico combatiente sandinista que ofrendó su vida por no dejar abandonado a Jonathan González, que estaba herido en los acontecimientos de Nandaime un año antes, y fue ordenado por la Dirección Nacional del Frente Sandinista de Liberación Nacional para liberar a prisioneros políticos sandinistas, difundir proclamas y obtener recursos económicos.

Con esta acción, el Frente Sandinista de Liberación Nacional se va a perfilar como la verdadera vanguardia revolucionaria del pueblo nicaragüense. Emerge de la “etapa de silencio” – acumulación de fuerzas – y demuestra la vulnerabilidad del enemigo.
Esta acción vendrá a preparar las condiciones de acciones futuras, pasando por la de octubre de 1977, la heroica insurrección de septiembre de 78 hasta culminar con la gloriosa insurrección popular triunfante que culmina con la entrada del FSLN a Managua el 19 de julio de 1979.

También debemos señalar que los ojos del mundo comienzan a posarse sobre nuestra pequeña patria y también la solidaridad mundial de los pueblos, a partir de esta acción comienza a incrementarse.
A nivel político, el Frente Sandinista de Liberación Nacional, le arrebata la conducción política a los politiqueros tradicionales y crece su prestigio y su influencia en las masas populares que comienzan a ver en él a su verdadero instrumento de dirección”. (1)

Una acción que tuvo repercusión mundial

En el texto Carlos, el amanecer ya no es una tentación, el Comandante de la Revolución, Tomás Borge Martínez, sintetiza cuáles fueron los aspectos clave del asalto a la casa de Chema Castillo:

El comando Juan José Quezada asalta la casa del doctor José María Castillo, funcionario del régimen somocista. En la casa de Castillo se celebra fiesta en homenaje al embajador yanqui.

Mientras, altos funcionarios del gobierno y embajadores son retenidos como rehenes. El comando, dirigido por Eduardo Contreras, exige la liberación de los prisioneros sandinistas, cinco millones de dólares, aumento del salario mínimo […] y la publicación por prensa y radio de dos comunicados del FSLN.

El régimen accede, en lo fundamental, a las exigencias.

El hecho tiene repercusión

mundial e inicia una nueva etapa de la lucha. (2)

Los ejecutores del operativo

En la versión impresa de Barricada del 27 de diciembre de 1979, leemos que el famoso Comando “Juan José Quezada” fue integrado por Eduardo Contreras Escobar, Comandante Cero; Germán Pomares Ordóñez, Joaquín Cuadra Lacayo, Hugo Torres, Javier Carrión, Róger Deshón Argüello, Leticia Herrera, Olga Avilés López, Eleonora Rocha, Omar Hallesleven Acevedo, Hilario Sánchez, Juan Antonio Ríos y Félix Pedro Picado.

Entrenamientos integrales previos al operativo

En sus escritos, publicados en la web en 2009, el periodista Pablo Emilio Barreto, puntualizó lo siguiente: “El jefe político y militar del Comando “Juan José Quezada” era Eduardo Contreras, Marcos o Comandante Cero […]. Eduardo Contreras Escobar y Germán Pomares Ordóñez eran ya miembros de la Dirección Nacional Histórica del FSLN.

El jefe de entrenamiento del Comando fue el Comandante Tomás Borge Martínez, miembro fundador de la Dirección Nacional del FSLN, quien relata que los entrenamientos duraron casi tres meses en una casona de Las Nubes en El Crucero, situado a casi 1,000 metros de altura al Sur de Managua. […] La casa de Las Nubes fue alquilada por doña Julia Pasos, viuda de González, al supuesto matrimonio integrado por Charlotte Baltodano Egner y Leonel Espinoza, militantes del FSLN […]

Los entrenamientos del Comando “Juan José Quezada” eran integrales: arme y desarme de todo tipo de armas, sin verlas y en lo oscuro inclusive e identificándolas con sólo tocarlas, entrenamiento físico agotador todo el día, tácticas militares, sobre cómo apoderarse de rehenes, cómo efectuar el asalto en la práctica, cómo desarmar a los enemigos, cómo parapetarse con la rapidez de una bala, capacidad de negociación, conocimiento claro y pleno de los enemigos y el convencimiento de que todo era ¡Patria Libre o Morir!” (3)

Los que salieron de las cárceles

En cuanto a los presos sandinistas que fueron liberados a través del operativo, recordamos a José Benito Escobar Pérez, Daniel Ortega Saavedra, Lenín Cerna Juárez, Carlos Guadamuz Portillo, Julián Roque Cuadra, Jaime Cuadra, Óscar Turcios Benavidez, Alí Rivas Vallecillo, Jacinto Suárez Espinoza, los hermanos Núñez, entre otros.

El asalto que rompió la etapa de acumulación de fuerzas en silencio

El asalto a la casa de Chema Castillo rompió la etapa de acumulación de fuerzas en silencio. Esta etapa fue definida por el Comandante Tomás Borge en su texto Síntesis histórica: el FSLN y la Revolución Nicaragüense, como aquella etapa en la cual “la Vanguardia actuaba sin presentar deliberadamente combate a las tropas somocistas, sino solamente con la táctica de esquivar el combate. Esto respondía a la estrategia militar adoptada en esos años que consistía en acumular fuerzas pero sin aparecer públicamente y la de no presentar combate más que en los casos que ello fuera inevitable. Se trataba de combatir no cuando el enemigo quisiera, sino cuando la Vanguardia lo considerara conveniente.

Acumulación de fuerzas en silencio que fue rota el 27 de diciembre de 1974 por el comando Juan José Quezada, dirigido por el Comandante Eduardo Contreras, miembro de la Dirección Nacional, acción que asestó un duro golpe a la dictadura somocista […]” (4).

Eduardo Contreras, ejemplo de modestia

El Comandante Tomás Borge destacó en su análisis de los hechos que Eduardo Contreras, al dirigir este comando “tuvo una virtud, que consistió en que no se quitó el antifaz y permaneció en el anonimato hasta que el enemigo descubrió por su propia cuenta quién era a diferencia de algunos otros que, en cuanto pudieron y tuvieron la menor oportunidad, se quitaron el antifaz para que todo mundo los mirara como los grandes chavalos, como los grandes héroes de la película” (4).

Lo que significó este logro para el FSLN

Con la toma por asalto de la casa de un somocista, recalcó el Comandante Tomás en su escrito, “la Vanguardia rompió la etapa de acumulación de fuerzas y con la acción del 27 de diciembre del 74 aceleró el proceso de descomposición del régimen y el desarrollo del Frente Sandinista, en efecto, puso de manifiesto la fragilidad de la dictadura al verse ésta obligada a liberar a los presos y a publicar un pronunciamiento revolucionario por la radio y la televisión y hasta en el periódico, a entregar un millón de dólares y a ceder un avión que transportó al comando victorioso y a los reos liberados a Cuba.

Estos logros del FSLN, atestiguan que nuestra organización era la única fuerza de vanguardia que tenía nuestro pueblo y también fue importante porque tuvo una enorme repercusión internacional, que contribuyó en alguna medida al aislamiento de la dictadura y a que fuese conocido mundialmente y se acrecentase el prestigio internacional del Frente Sandinista” (4).

Fuentes:

(1) El operativo que cambió el curso del proceso. Barricada, versión impresa, jueves 27 de diciembre de 1979, “Año de la Liberación”

(2) Tomás Borge, Carlos, el amanecer ya no es una tentación, en El axioma de la esperanza, Editorial Desclée de Bouwer, Bilbao, España, 1984 (p.44)

(3) Tomás Borge, Síntesis histórica: el FSLN y la Revolución Nicaragüense, en El axioma de la esperanza, Editorial Desclée de Bouwer, Bilbao, España, 1984 (p.66-67)